PONGANLE NOMBRE AL CUENTO CORTO N° 2
Me desperté temprano con cierta flojera; como siempre, me costo salirme de la cama, pero logre juntar las fuerzas para moverme.
Baje silenciosamente las escaleras, para no despertar a nadie y me metí en la ducha.
Mientras caía el agua tibia por mi cuerpo pensaba en lo que tenia que decir, cambiaba una y mil veces las palabras de consuelo pero no podía encontrar la adecuada.
Me vestí rápido para que no me diera frío y salí sin comer, mi estomago no resistiría nada, además no tenia hambre.
Por el camino seguía repasando las palabras una y otra vez; llegue y ahí estaba, me dijo tranquilamente: pase doctor.
Salí de la habitación y la quede mirando; una inmensa pena me invadió y no pude contener el llanto, ella me abrazo y todo fue al revés. Ella me dijo las palabras que tanto practique.
no hay nada que hacer-dijo-vamos a esperar no más; yo creo que mi viejo no pasa de una hora…tranquilito doctor.
Yo solo asentí con la cabeza.